Es simple: facilitarte el camino de oposición, despojando el horizonte de obstáculos innecesarios.
No te vamos a engañar, el principal factor de éxito para esta oposición -al igual que en otras- es obvio: estudiar, estudiar y estudiar.
Además, el fruto de tu estudio debe ser lograr memorizar el temario con la mayor literalidad posible, pues se penaliza enormemente no hacerlo; por no decir que te deja fuera, volviendo a la casilla de salida. No valen las medias tintas.
Es la literalidad exigida junto con la extensión del temario a memorizar lo que realmente complica esta oposición.
Te facilitaremos o allanaremos el camino de tres modos:
Primero: temario propio
Te proporcionaremos todo el material que necesitarás junto con las correspondientes actualizaciones, desentendiéndote de este aspecto y evitando que tengas que comprar, cribar y resumir, pudiendo aprovechar todo ese tiempo -créenos que no es poco- en memorizar.
Segundo: aterrizaje práctico del temario
Asimismo, consideramos altamente recomendable que, a lo largo del estudio de la parte específica, el opositor logre, a la par que la literalidad, ir integrando el contenido de lo que memoriza, familiarizándose, de este modo, con la actuación inspectora.
Así, no solo le dará sentido al estudio, sino que le será muy útil para abordar la preparación del tercer ejercicio práctico que, a la postre, consiste en saber aplicar lo memorizado a los hechos objetos de supervisión inspectora.
Para ello, dispondrás de addendas prácticas, con explicaciones y ejemplos, que nos servirán de guía y apoyo para abordar las clases prácticas.
Tercero: tutorías individuales
Cada opositor dispondrá de tutorías individualizadas, con una periodicidad mínima semanal y máxima quincenal, en la que al margen de transmitirte lo que consideremos necesario, abordemos conjuntamente aquellos aspectos que desees como dudas, inquietudes etc. ¡Tu tiempo, tus inquietudes!